Siempre que un equipo de fútbol empieza a tener malos resultados, ya sea derrotas o muchos empates seguidos, las miradas de todo el mundo se centran en el entrenador, todos los periodistas de deportes, afición e incluso a veces la propia directiva cree que lo mejor es cambiar al entrenador pues es su culpa que el equipo no tenga buen rendimiento. ¿Por qué? Pues son los jugadores los que se enfrentan en el terreno de juego, los que tienen el objetivo de ganar y de marcar goles. Sin embargo, como he dicho anteriormente se busca que la culpa de los malos resultados sea del entrenador, la figura más parecida al maestro de colegio, pues en el fondo es el que guía, ayuda y ofrece estrategias para conseguir buenos resultados, aunque luego sean los jugadores o alumnos los que se enfrentan a un partido o a un examen y son ellos los que tienen que demostrar que juegan bien o que sacan sobresalientes, y no el entrenador/maestro, aplicado a la educación el profesor debería ser en gran parte qui